En la primera mitad del siglo XVII se denominó Corbeta a una embarcación alargada de un sólo mástil y dotada de remos. Su origen eran los antiguos navíos mercantes de la Roma Imperial de quien adoptaron su nombre.
Su misión básica era el reconocimiento, escolta, transmisión de órdenes y el corso.
Fueron los primeros navíos a los que se incorporó el vapor y la hélice.